En el partido “rodriguista“, la opacidad y el desorden mandan, mientras su presidente huye por la puerta de atrás para no dar explicaciones
La asamblea nacional de Aquí Costa Rica Manda ratificó un número indeterminado de candidaturas a las elecciones municipales de 2024; el partido no confirmó oficialmente ninguna papeleta
Por Alessandro Solís Lerici
Tras prometer por medio de un interlocutor que daría declaraciones después de que finalizara la maratónica asamblea nacional de 10 horas de Aquí Costa Rica Manda (ACRM) celebrada este sábado 30 de setiembre, el presidente del partido, Federico Cruz, se escabulló por la puerta trasera del salón Tropical del Hotel Radisson, en San José.
En dos ocasiones, el subsecretario de ACRM, Joseph Mendoza, afirmó a AmeliaRueda.com que Cruz atendería a la prensa al final de la jornada. La primera vez lo prometió sobre las 3:00 p.m. y la segunda alrededor de la 1:00 a.m. de este domingo 1 de octubre, coincidiendo con el inicio y fin de la asamblea en la que se adoptaron acuerdos que este medio no pudo constatar.
El partido debía ratificar este fin de semana todas sus candidaturas a las elecciones municipales de 2024. A su salida, Mendoza no supo precisar en cuántos cantones competirá la marca, pero prometió que enviaría la información oportunamente. Este medio no pudo verificar con el partido ni una sola candidatura ratificada.
Ni siquiera las tendencias que se congregaron en el lobby del hotel durante esas largas horas tenían claro el panorama en ocasiones. Hubo quien anunció como ganadora una candidatura que después algún delegado negó. Hay candidatos aparentemente más consolidados que otros, pero el partido no ha informado de manera oficial a quiénes eligió.
La diputada Pilar Cisneros y el presidente de Aquí Costa Rica Manda, Federico Cruz, el 28 de junio de 2023. Foto: Facebook
A la 1:22 a.m., un oficial de seguridad del hotel —que no quiso ser identificado— afirmó que Cruz "seguro salió por la puerta de atrás del salón". El también publicista no contestó llamadas telefónicas ni mensajes de texto, como ha sido usual ante las comunicaciones que ha intentado establecer este medio con él en los últimos meses.
Los hechos contrastan con su discurso del 5 de agosto, cuando nueve diputaciones oficialistas anunciaron su apoyo a ACRM. Ese día, Cruz dijo: "Consideramos la transparencia como el pilar central de una sociedad justa y equitativa; nos comprometemos a ser un movimiento político abierto y accesible para todos los ciudadanos".
En esa ocasión, el presidente del partido profundizó en su visión de transparencia: "Cada decisión estará respaldada por procesos claros y verificables, abogaremos por una gestión pública transparente y rendición de cuentas en todos los niveles gubernamentales, y lucharemos firmemente contra cualquier manifestación de corrupción".
Pero el proceso de ratificación de las candidaturas, este sábado, fue todo menos claro. En la última semana, algunas precandidaturas utilizaron la palabra "corrupción" para describir supuestas irregularidades en asambleas cantonales que no se realizaron o que se llevaron a cabo de forma cuestionable, según quienes denunciaron.
El partido que prometió ser un faro de la transparencia no se ha referido aún a los señalamientos. El balance informativo al que deben aspirar los medios de comunicación es imposible si una de las partes es difícil de localizar y si se prometen declaraciones para que a la hora de la hora el líder del partido escape por la puerta trasera.
La precandidata de ACRM por Alajuela, Ana María González (blusa naranja), denunció supuestas irregularidades en la aparente designación de la exdueña de Diario Extra, Iary Gómez, como candidata a alcaldesa de Alajuela. Gómez negó posibles irregularidades. Foto: ASL
Los señalamientos de aparentes irregularidades también se dieron el propio día de la asamblea. Precandidaturas de San José y Alajuela, por ejemplo, a las que supuestamente les informaron de que habían perdido contra otras papeletas, denunciaron una serie de decisiones en apariencia arbitrarias por parte del partido para dejarles fuera de la contienda.
En este sentido, el momento más memorable de la jornada fue cuando Douglas Altamirano, precandidato por San José, aseguró a las 7:32 p.m. que la candidatura de ese cantón la había ganado supuestamente alguien llamado Johnny Chaves, que no figuraba en las tendencias que hasta ese momento habían surgido en la ciudad capital.
Altamirano mostró un profundo enfado por sentirse engañado por Cruz, quien según él le pidió formar un partido para encauzar la fidelidad al presidente Rodrigo Chaves en los comicios municipales, mientras él a su vez aspiraba a ganar la candidatura en San José. Tras en apariencia perderla, aseguró que presentaría "los recursos que haya que presentar".
"Ellos anduvieron siempre en un túnel de oscuridad", afirmó Altamirano sobre los dirigentes del partido. Mientras daba declaraciones a la prensa, Ruth Solís, quien anunció que había ganado la candidatura por Naranjo (dato que tampoco pudo verificarse con el partido), le interrumpió y gritó que no todos pensaban igual que él y que "hay diferencias".
Otras personas que estaban alrededor la espantaron llamándole "corrupta" y "vendida". Altamirano siguió hablando con la prensa y aseguró que tiene "las grabaciones" que prueban que "don Rodrigo Chaves" le pidió a Cruz formar el partido. Desde luego, ante la negativa de Cruz a hablar, no fue posible contrastar estas aseveraciones.
Cruz —conocido como «Choreco»— no solo es el presidente de ACRM. En octubre de 2021, este publicista se convirtió en el estratega de la campaña que llevó a Chaves a la presidencia. El relato de ambos es que no se conocían de antes pero que se hicieron "amigos" en la campaña. Hoy, Cruz es uno de los hombres más cercanos al presidente.
Dice ser "asesor ad honorem" de Chaves. Fue en esa calidad que se convirtió en presidente de Aquí Costa Rica Manda el pasado 13 de mayo, día en el que el partido adoptó ese nombre tras haber nacido como Fuerza Nacional. Ni «Choreco» ni los simpatizantes del partido (en cuenta nueve diputados) ocultan que ACRM tiene absoluta afinidad con Chaves.
Es uno de los dos partidos que surgieron tras la ruptura del presidente y de la mayoría de la fracción oficialista con Progreso Social Democrático (PSD). El otro se llama Pueblo Soberano (PPS) y es dirigido por Mayuli Ortega, una funcionaria del despacho del presidente. Pero solo ACRM tiene la bendición de Pilar Cisneros, líder del oficialismo en el Congreso.
"Tenemos un vehículo propio que nos va a permitir seguir apoyando con alma y corazón al Gobierno de Rodrigo Chaves, al presidente Rodrigo Chaves y a esta nueva manera de hacer política", afirmó el 5 de agosto Cisneros, en aquel acto en el que «Choreco» prometió un partido no solo afín al mandatario, sino también con encomiable sentido de transparencia.
La simpatía con Chaves no parece haber mermado, pero la transparencia fue solo un espejismo verbal de Cruz; un anuncio de un producto que vende algo que el producto no da. Esta "nueva manera de hacer política" a la que aludió Cisneros hace dos meses parece ser un tanto opaca; el disenso se acalla y se ignora a la prensa, o a una parte de ella.
Delegados de ACRM cenando a las 9:16 del sábado 30 de septiembre, en medio de la asamblea nacional que se extendió hasta la 1:00 a.m. de la madrugada del domingo. Foto: ASL
En el imaginario ideológico construido en torno al apoyo a Chaves se más o menos entiende que "está bueno" tomarle el pelo a la prensa y salir por la puerta de atrás. Los más fieles al "rodriguismo" reirán y celebrarán si se enteran de esto, y respaldarán esas actuaciones. Pero no se entiende el darle el mismo trato a algunos simpatizantes del partido.
Una escena casi a la 1:00 a.m lo demuetra. Un precandidato a alcalde, cuya identidad se reservó, dijo haber sido informado de que había perdido en su aspiración a encabezar la papeleta de un cantón cartaginés, porque no había enviado el documento de su candidatura al correo electrónico del partido, pese a que la había entregado en físico.
Corrieron a enviarla por e-mail, pero no había nada que hacer. "Nunca nos dijeron que había que pasarla también al correo", dijo el precandidato, que oscilaba entre la esperanza de poder resolver el asunto y la impotencia de sentir que estaba siendo víctima de un juego sucio. Se quedó hasta que acabó la asamblea, pero nadie le dio explicaciones.
Y ahí se dio, el insólito momento en el que un militante de Aquí Costa Rica Manda y un representante de la prensa –para algunos, canalla– sintieron empatía el uno por el otro y se reconocieron como seres humanos iguales: confundidos, cansados y, francamente, con una sensación de haber sido irrespetados que no lograron sacudirse.