09/03/23 | 08:52am

Países escandinavos impulsan enseñanza preescolar al aire libre

1

Por Viken Kantarci y Camille Bas-Wohlert, AFP

En los países escandinavos, los centros preescolares privilegian la enseñanza al aire libre, incluso en invierno, bajo la lluvia o la nieve, para que los niños pequeños disfruten de la naturaleza y aprendan a amarla.

Sentados en una lona tendida sobre la nieve en el medio del bosque, Agnes y sus amigos, de unos cinco años, cuentan ramitas, en una improvisada lección de aritmética.

"Usamos trozos de madera para mostrarles que pueden utilizar cualquier cosa de la naturaleza para hacer matemáticas", dice su maestra, Lisa Bystrom.

"En la escuela se sientan con una hoja y un lápiz, pero aquí lo hacen de forma más divertido", explica Bystrom.

En Suecia y Dinamarca, la enseñanza escolar es obligatoria a partir de los seis años.

Antes de eso, la mayoría de los niños van a guarderías o centros preescolares, y muchos padres optan por los sitios al aire libre donde los menores aprenden a apreciar a la naturaleza.

"La tecnología hoy día domina la mayoría (de cosas), para mí es necesario estar en contacto con la naturaleza desde niño para aprender a respetarla", dice Andreas Pegado, un educador cuya hija va a este preescolar.

Los pequeños almuerzan sentados en bancos de madera alrededor de una fogata, a menos que la lluvia los obligue a resguardarse bajo techo.

1

Después de comer, los niños de dos años o menos hacen la siesta en sacos de dormir bajo un toldo, incluso en los días temperaturas bajo cero.

"Tienen mucho aire fresco, duermen más y duermen mejor", asegura Johanna Karlsson, directora del preescolar "Ur & Skur" (Lluvia o Sol), sin incomodarse por la temperatura de cinco grados centígrados.

"Buses forestales"

En la vecina Dinamarca, muchas guarderías usan "buses forestales" que trasladan a los niños a espacios naturales.

Cada día, un grupo del preescolar Stenurten -uno de los 78 que ofrecen excursiones diarias como esta- viaja en bus del barrio Norrebro en el centro de Copenhague hasta un espacio al aire libre.

En ese lugar, un campo aledaño a un bosque con una casa de madera que brinda abrigo si llueve, los niños corren libremente.

Al aire libre, los educadores pueden variar sus métodos pedagógicos y desarrollar la autonomía de los niños.

"Aquí su curiosidad diferente", dice Iben Ohrgaard, una de las pedagogas mientras observa a los niños.

Ropa de esquí

Todos visten ropa de esquí, niños y adultos, fieles al dicho noruego de que "no existe mal tiempo, sino ropa inadecuada".

3

¿Tiene sentido permanecer afuera todo el día, incluso cuando hace 10 grados bajo cero?

Los educadores coinciden en que los niños pequeños que pasan mucho tiempo al aire libre se siente mejor y se enferman menos.

En los años 1920, un médico islandés recomendó que los bebés durmieran en el exterior para fortalecer sus sistemas inmunes, una práctica ahora común entre los países nórdicos y que la comunidad médica no ha contrariado.

La enseñanza y los juegos al aire libre estimulan el espíritu de colaboración de los niños, sostiene un estudio británico publicado en 2018 por el British Educational Research Journal.

Cuando están afuera "intentan soluciones diferentes ellos mismos", señala Ohrgaard, lo que ayuda a limitar los conflictos.

Para los padres, los días que pasan al aire libre son un "regalo".

"Cuando vives en la ciudad, en la capital Copenhague, realmente no hay naturaleza. Es un enorme regalo para los niños", dice Line Folkhammar, madre de Georg, de cinco años.

Además "llega a casa cansado", agrega riendo.

AmeliaRueda.com

Noticias, reportajes videos,

investigación, infografías.

Periodismo independiente en Costa Rica.

(506)4032-7931

comunicados@ameliarueda.com

Privacidad