Su vida también estuvo marcada por las adicciones, concretamente a los tranquilizantes y los opiáceos, según confesó ella misma hace poco más de una década tras revelar a algunos medios que estaba dando la batalla por seguir adelante sin depender de drogas o medicamentos.

Las alarmas de la familia Presley se encendieron la tarde de este jueves cuando importantes medios estadounidenses reportaron que Lisa Marie había sufrido un infarto en su casa de Calabazas, California, y fue ingresada en la unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Los Ángeles.

Pocas horas después, la propia Priscilla fue quien lanzó un breve pero sentido comunicado de prensa en el que oficializó la partida de la única hija del rey del rock: "Es con gran pesar que debo compartir la devastadora noticia de que mi hermosa hija Lisa Marie nos ha dejado”, dijo Priscilla. “Ella era la mujer más apasionada, fuerte y amorosa que haya conocido”, agregó, sin entrar en más detalles.

Justo el martes de esta semana Lisa Marie fue centro de reflectores durante la gala de los Globos de Oro, en los que acompañó al actor Austin Butler, quien encarnó a su padre en el filme biográfico sobre "El Rey del Rock and Roll" el cual a la postre se haría con la estatuilla como el Mejor Actor en una Película de Drama.

La muerte de Lisa Marie

De acuerdo con despachos de agencias internacionales, fue la asistenta de Lisa Marie quien la encontró desmayada en su habitación y llamó urgentemente a los paramédicos y a su exmarido, Danny Keough, quien acababa de llegar para llevar a sus hijos al colegio.

Entretanto, Lisa Marie había sufrido un infarto masivo, de acuerdo con información de TMZ, sitio especializado en noticias del espectáculo, y pese a varios intentos por reanimarla, su fallecimiento se certificó a primeras horas de la noche del jueves.

Contrario a su padre, quien solo la engendró a ella, Lisa Marie agrandó la generación Presley y se convirtió en madre de cuatro hijos, entre ellas la actriz Riley Keough y Benjamin, quien se suicidó en el 2020 tras batallar con una severa depresión.

Ya para entonces el fantasma de la "maldición de Elvis" se cernía en las notas de medios de prensa de espectáculos internacionales y, a decir verdad, la interrogante de qué se sentiría vivir con la sombra de ser el "nieto de Elvis Presley" quedó ahí, en el amplio mundo de las especulaciones.

En cuanto a Lisa Marie, era un hecho que tenía el futuro asegurado --al menos, económicamente--, pues fue la propietaria y gerente de la inmensamente lucrativa marca Elvis Presley Enterprises hasta 2005, cuando vendió todo el negocio. A la fecha, según detallan medios especializados en espectáculos, ella seguía siendo la propietaria de Graceland, la famosa propiedad de Elvis en Memphis.

Hasta principios de esta semana todo parecía estar normal. De hecho su hija Keough, de 33 años y quien pronto protagonizará en Amazon Prime la serie Jone & the six, se expresó en términos tremendamente elogiosos para su madre durante la premiación de los Golden Globe: "Definitivamente, ella ha sido una inspiración para mí", dijo la nieta de Elvis Presley que se destaca porque jamás ha querido lucir su talento al amparo de su archifamoso abuelo, a quien, claro está, nunca conoció.

Marcada por el suicidio de su hijo

Alejada de la vida pública desde la trágica muerte de Benjamín, fue justo el estreno de Elvis el que la sacó de su letargo.

Recién en agosto del año pasado fue noticia mundial al estampar sus huellas en el exterior del Teatro Chino de Hollywood junto con otras dos generaciones ligadas al rey del rock: la que fue su mujer, Priscilla, y sus tres nietas, Riley Keough y las gemelas Harper y Finley Lockwood.

Y es que todo lo concerniente al inicio de su vida siempre fue objeto de la mirada pública, incluso intimidades como el hecho de que Lisa Marie había sido concebida exactamente en la luna de miel de sus padres quienes, según ha trascendido en distintas biografías, no tuvieron sexo hasta que fueron marido y mujer, y solo durante un corto período, pues Elvis habría desarrollado una animadversión hacia el sexo con su mujer porque sentía que vulneraba su faceta de madre.

Distintas biografías han asegurado, eso sí, que como padre él hizo lo mejor que le fue posible pero estaba imbuido en todo el lío de la fama y de lo que vendría después, tras cumplir los 40 años.

Nunca se ha confirmado que fuera Lisa Marie quien encontró a Elvis muerto en una habitación de su mansión, en cambio, la joven creció al alero de una fama que nunca buscó y fue así como apenas con 20 años se casó con el músico de Chicago, Danny Keough, con quien tuvo dos hijos, Riley y Benjamin, y con el que sostuvo un vínculo filial hasta el momento de su muerte: fue él quien la encontró, agonizante, este jueves, y quien la llevó a la sección de Emergencias del Hospital de L.A. en el que falleció.

Hace ocho meses la revista Vanity Fair obtuvo lo que parecía un lienzo abierto con sus declaraciones, en el contexto de la película documental Elvis: “No he publicado nada en bastante tiempo porque no tengo mucho que decir, porque estaré siempre de luto por mi hijo… Dicho esto, quería dedicar un momento a decir que he visto Elvis dos veces y que es espectacular, absolutamente exquisita “Austin Butler ha canalizado y encarnado el corazón y el alma de mi padre de una manera preciosa. En mi humilde opinión, su actuación no tiene precedentes y por fin se ha hecho honor a su figura de forma precisa y respetuosa. Si no gana un Oscar por esto, me como mi pie”.

Y es aquí cuando la escritora de Vanity Fair da punta en pie: "Además de devolverle cierto protagonismo mediático, la película le trajo asimismo algo de felicidad a Lisa Marie, quien nunca ha tenido una vida fácil pese a ser la hija de uno de los grandes iconos del siglo XX".

Tras su primer divorcio, en una relación que fue bastante bajo perfil, Lisa Marie se casaba con Michael Jackson. Como amaba decir la prensa rosa en aquel momento, "la hija del rey del rock unía su vida a la del rey del pop".

Huelga decir que aquella unión fue un auténtico escándalo mediático y a la vez un matrimonio muy cuestionado por buena parte de la prensa y la opinión pública, que lo percibían como una pantalla de humo en un momento en el que empezaron a surgir las primeras acusaciones de pederastia contra Jackson. Y es que la pareja apenas se dejaba ver junta, excepto en ocasiones especiales como los MTV Awards del año en el que se casaron o en el videoclip de la canción You Are Not Alone.

Tras su divorcio de Jackson, la hija de Elvis se refugió en la Iglesia de la Cienciología, a instancias de su madre, pero las dos se desvincularon de esta religión hace casi una década. Otro boom pero igual de pasajero lo constituyó el casamiento de Lisa Marie, en el 2022, un matrimonio que duró apenas tres meses con el actor Nicholas Cage. Una vez más, la sombra de su padre se hacía presente, pues fue de dominio público que Cage era un acérrimo seguidor de Elvis y fue por eso que desposó a Lisa Marie.

En el 2006 ella, en un intento por buscar la paz y la serenidad que nunca había tenido, volvería a unirse al productor Michael Lockwood, con quien volvió a ser madre tras dar a luz en 2008 a las gemelas Harper Vivienne Ann Lockwood y Finley Aaron Love Lockwood. La pareja se mantuvo unida diez años, hasta 2016, cuando Presley presentó demanda de divorcio.

Sin embargo, Lockwood y ella lograron sostener una sana y cordial relación junto a sus hijos, al punto de que prácticamente convivían a menudo en la casa familiar en Calabasas, donde su exesposo la encontró en plena crisis y la trasladó de emergencia al hospital.

Sin embargo, el destino de Lisa Marie estaba escrito. Los mensajes de solidaridad, cariño y afecto en redes sociales se cuentan por centenares y, a juzgar por los de amigos de la hija del Rey del Rock --caso de John Travolta, por ejemplo-- ella murió mientras disfrutaba de una bonita etapa de su vida.