Gisele Bündchen, en entrevista a profundidad, afirma que le encantaría radicarse en Costa Rica

La super modelo abrió las puertas de su casa y de su vida en Montezuma para la revista 'Vanity Fair': “La vida que quiere llevar—la pura vida, o la vida simple— estaría a tiempo completo en Costa Rica". Ella reitera: “Mi sueño era criar a mis hijos aquí”. Habla del Pacífico tico, donde tiene un "pueblo" de amigos y vecinos locales.

Por: Yuri Lorena Jiménez

El affaire que sostiene la supermodelo y empresaria Gisele Bündchen con Costa Rica desde hace más de una década se convirtió en un sólido enamoramiento que la llevó a declarar en las últimas horas a la revista Vanity Fair que uno de los más intensos deseos de su vida es radicarse permanentemente en el país y que sus hijos se críen en medio del "pura vida".

La prestigiosa publicación le dedicó a Bündchen la portada de su edición de abril en la que la top model atendió al equipo desde su casa en Santa Teresa, Puntarenas, donde ha permanecido las últimas dos semanas de marzo. Apenas en enero había permanecido en lo que para ella parece ser, al tiempo que un paraíso, un "cable a tierra".

Puede sonar cliché, pero el anecdotario que desgranó en la extensa entrevista revelan que, aparejado con el yoga, el jiu jitsu, la meditación y sus ratos de solaz sintiendo los rayos del sol o la brisa marina, está su asombro por lo que le ofrecen los productos de su huerta: "Las frutas y verduras cosechadas en su jardín en la ladera entusiasman legítimamente a Bündchen. Ella planea compartir sus recetas terrosas en un próximo libro de cocina. 'Mi objetivo es hacerlo realmente simple', dice ella. La recompensa, gran parte de la cual se derrama sobre su encimera, incluye 'pequeños plátanos', 'plátanos flacos' y cuadrados, un plátano local corto y gordo; dos tipos de col rizada (suave y crujiente); yuca ('Hacemos chips de yuca'); pimientos verdes ('Anoche acabamos de hacer estos pimientos con aceite de oliva y sal'); y pitanga. '¿Alguna vez has tenido pitanga?', dice Bündchen mientras muestra una baya parecida a una cereza", relata Variety.

La revista se anotó un super hit al obtener un exhaustivo repaso de vida por parte de Giselle, de 42 años, divorciada de la exestrella del fútbol americano, Tom Brady y madre de Benjamin (13) y Viviam (10). Y es que, si bien es cierto decenas de medios nacionales e internacionales han reseñado en fotografías las últimas vacaciones de la top model en Costa Rica --tal cual lo hicieron en enero y cada vez que viene al país-- fue a Vanity la que le abrió las puertas de su intimidad, como la estrujazón económica que vivió durante su infancia en la ciudad de Horizontina, en Brasil, en vista de lo numerosa de su familia.

O de la manera accidental que fue descubierta en plena adolescencia y que sin conocimiento del ambiente, del idioma inglés y de latitudes al otro lado del Atlántico, la puso a prueba y a los 20's ya frisaba una peligrosa línea de drogas y excesos que logró dominar a tiempo, no sin antes pasar por donde asustan.

Es que tras la boda de ensueño con Brady, el nacimiento de sus hijos y la idílica relación que mantuvieron durante 13 años, la separación y posterior divorcio fueron bastante sorpresivos. Pero ya entonces fue más que evidente que los tiempos turbulentos de la veinteañera Gisele Bündchen habían quedado en los anales del pasado.

El divorcio se dio en santa paz, con custodia compartida, cero pleitos legales por dinero y escasas declaraciones a la prensa en cortos y respetuosos comunicados. Meses después, ella declaró a El País de España, escuetamente: "Es duro porque te imaginabas que tu vida iba a ser de una determinada manera e hiciste todo lo que pudiste. De niña creía en los cuentos de hadas (...) “Cuando amas a alguien, no lo metes en una cárcel, lo liberas”.

¿Un nuevo amor?

Por todas las razones, en especial su estatus de celebridad, la vida de la modelo siempre está bajo el escrutinio público y desde hace unos meses ha ido creciendo el rumor de que ella y su instructor de Jiu-Jitsu, Joaquim Valente, son más que pupila y maestro en vista de que en solo lo que va de este año, él la ha acompañado a sus vacaciones en Costa Rica.

Fiel a su estilo prudente con el que ha logrado driblar el escrutinio de los medios, Gisele no ha dicho esta boca es mía pero tampoco se ha escondido y se han mostrado en público en lo que parece ser una relación cercana que bien podría ser de amigos... o no.

Gisele Bündchen y su entrenador y amigo, Joaquim Valente. (Captura de pantalla, Page Six)

Por ejemplo, el popular portal de entretenimiento estadounidense, TMZ, captó a la pareja hace pocos días mientras devoraban un pincho de carne, jugueteando con la arena y el mar y lanzando un frisbee. También han sido fotografiados montando a caballo y disfrutando, en general, del cálido verano del Pacífico costarricense.

El pasado 26 de enero, el medio estadounidense Page Six publicó una serie de fotografías donde aparecen la modelo y el entrenador paseando tranquilamente a caballo, lo que había sido, hasta ese momento, el segundo encuentro de la pareja que trasciende mientras visitan el país.

De vuelta a su sueño o proyecto de radicarse en Costa Rica, Bündchen agregó, siempre para Variety: “Mi sueño ha sido criar a mis hijos aquí. No llegué a estar aquí tanto como me gustaría, pero ahora los traigo con más frecuencia”. Los niños han recibido una formación mixta, parcialmente educados en el hogar. A la madre le satisface que ellos crezcan en un "pueblo" (Santa Teresa) rodeados de amigos y vecinos locales.

La profundidad que logró la introspectiva de Variety bien puede explicar por qué la Gisele de hoy valora en todo su dimensión lo que ha encontrado en Costa Rica, el legítimo "pura vida", el placer por los detalles, el dejarse llevar por la naturaleza.

Lo anterior se ilustra con una de las tantas anécdotas que se narran en el texto mencionado:

"Cuando comenzó a sufrir ataques de pánico cuando tenía poco más de 20 años, (Bündchen) recurrió al yoga, la meditación y a viajar con más frecuencia a Costa Rica. 'Mi instinto natural fue: No voy a ser una víctima de esto. No me voy a sentar aquí y decir: ¿Por qué me tratan así? ¿Por qué me dejan parada aquí desnuda como ocho horas sin ofrecerme agua ni comida? ¿Por qué están siendo tan malos? ”, dice Bündchen. “Me sentaba a preguntarme: ¿Es que acaso soy digna de algo?”.

La top model y su exesposo, Tom Brady. La pareja se divorció en santa paz.

En criterio de Patricia, su hermana gemela, la fuerza interior que fue acopiando Gisele proviene del hecho de que se hubiera aferrado a los valores familiares y a la sencillez de su educación. Desde pequeña, dice, aprendió a ayudar en labores domésticas como todos en la familia y por eso, aprendió a valerse por sí sola cuando tuvo su debut en pasarelas en Tokio, con apenas 14 años.

De momento, la top model y empresaria parece haber encontrado un rumbo sereno empezando la cuarta década de su vida. Que se radique en Costa Rica puede estar complicado, pues sigue activa en el modelaje, tal como lo dicta la tendencia mundial actual, que mantiene vigentes a estrellas de las pasarelas mundiales incluso pasados los 50.

Pero, mientras tanto, ella y sus hijos pasan todo el tiempo que puedan por estos lares en los que se mueven a gusto, sin paparazzis --al menos no locales--, donde realizan compras en supermercados y hasta pequeños locales de la zona y disfrutan, como bien lo dice ella, desde la primera luz del alba, con la playa de fondo.