Así fueron la vida, batallas y triunfos de Daniela Ruiz, la primera doctora trans de Costa Rica

Su fallecimiento a los 39 años trascendió este miércoles y revivió en redes sociales, donde era muy popular como DR Skin, la historia de sus luchas, no solo para convertirse física y legalmente en mujer, sino para surgir de su cuna humilde y destellar en una prestigiosa dermatóloga.

Por Yuri Lorena Jiménez

Desde que cumplió la mayoría de edad y empezó a tener más entendimiento y comprensión sobre quién era y quién quería ser, para ella no había tintas medias y en sus 20's decidió entre permanecer en un cuerpo y una identidad con los que se sentía totalmente ajeno y lejano, a lanzarse en una batalla cuesta arriba por todos los costados para conseguir el cambio que física y legalmente la convertiría en Daniela Ruiz Guzmán.

A la postre también sería la primera doctora trans en el país. Su proceso había comenzado hace unos 12 años y tras cumplir con todos los estudios físicos, psicológicos y terapéuticos en casos como el suyo, se sometió a las cirugías correspondientes en una cadena de pequeños, medianos y grandes logros entre los que se incluyó su nueva identidad oficial en el Registro Civil.

Este miércoles 15 de marzo, por medio de su empresa, DR Skin, se dio a conocer su fallecimiento, mediante un post publicado en Instagram.

"Lamentamos profundamente dar esta noticia. Agradecemos respeto a su familia y amigos cercanos, así como todo el cariño que siempre recibió de todos ustedes", detalló el mensaje, el cual no precisó la causa de muerte.

Justamente en Instagram Ruiz publicaba constantemente recomendaciones y respondía consejos sobre procedimientos de dermatología y era seguida por más de 38 mil usuarios.

Ella fue labrando sus sueños poco a poco y, a menudo, en paralelo, pues mientras avanzaba con todo lo referente al cambio de su identidad género logró ingresar a la carrera de medicina en la Universidad de Costa Rica con el propósito de convertirse en cirujana plástica. En gran parte, según narraba en distintos foros, su elección tenía que ver con ayudar a quienes estaban anclados en un físico con el que no se sentían plenos.

Loable también fue el hecho de que, pese de provenir de un hogar humilde, no solo lograra enfrentar todos los sacrificios económicos de una carrera onerosa como la medicina, Sin embargo, su futuro se iba a desenvolver de una manera diferente a la que ella esperaba, tal como lo relató en un amplio reportaje con la revista Perfil, en abril del 2021.

Y es que en el transcurso de su año de práctica, Daniela topó con un nuevo amor: la pediatría. “Yo jamás en la vida pensé ser pediatra, pero en el internado trabajar con niños fue como una revelación. Se me abrió el mundo (...) no hay un paciente más bello, agradecido y honesto que un niño", reflexionaba.

Ella había aplicado para hacer una pasantía en Harvard con una beca. Se la aprobaron mientras estaba haciendo el internado y eligió la especialidad pediatría en Boston Children’s Hospital. Trabajando ahí se sentía como en su charco. “Fue la primera vez que me sentí valorada por lo que había dentro de mí y no por mi exterior”. En la residencia tuvo que rotar en dermatología pediátrica y ahí se despertó su pasión por la salud de la piel.

Ya formada en su carrera profesional se incorporó a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), donde se desempeñaba como dermatóloga cuando, en mayo del 2020, fue entrevistada a profundidad por la periodista Evelyn Fachler en el espacio En persona, del SINART, en el que Ruiz aseguró que todo el camino recorrido había valido la pena.

"Ha sido todo un proceso de cimentación, de aceptación, y hoy ya te puedo decir que estoy sumamente empoderada", dijo para luego agregar que, de cara al bicentenario --motivo por el cual se creó el mencionado espacio de entrevistas-- que había aceptado gustosa hablar sin remilgos ni tapujos por la urgencia de "visibilizar a esta población" (la trans).

"Creen que somos una población que no existe o nos estigmatizan a través de personas que se dedican a algunas actividades que tal vez no son las más idóneas y, pues nos meten a todas en este saco. Así que le agradezco muchísimo por la oportunidad de tenernos acá y de reivindicar a un sector de la población costarricense" agregó.

En esa misma entrevista y consultada por la periodista sobre cuándo se había percatado de que en el interior de su cuerpo vivía una mujer, Ruiz explicó el sentir que, a su juicio, comparte la población trans y ofreció la explicación siempre con el afán de propiciar un mayor entendimiento entre la población en general.

"Es muy curioso porque yo nunca me di cuenta. A mí me hicieron darme cuenta cuando me dijeron que lo que yo sentía era equivocado. Porque yo nací siempre sintiendo lo que soy (mujer). Soy esta persona que usted tiene aquí al frente pero eran los demás los que que te iban diciendo, estando yo muy pequeña, 'no no, eso no se hace, no tienes que vestir así, no puedes jugar ciertos juegos, no puedes hacer equis cosa", reflexionó.

En aquel momento Daniela insistió en profundizar en la explicación: si bien dijo que lo que le pasó a ella ocurrió en los años 80, agregó que aún faltaba mucho trecho que recorrer en Costa Rica como sociedad, a pesar de los notables avances durante los últimos lustros.

"Entonces realmente no es un autodescubrimiento, es más bien que te tratan de adoctrinar y adiestrar sobre un esquema en el cual no te sentís cómoda. Esto es algo muy de etapas tempranas de la infancia, donde a los tres o cuatro años, en la edad preescolar o en el kínder empezaron a ver ciertos rasgos de personalidad, si lo queremos llamar así, donde se advirtió a mis padres que de alguna manera abordaran el tema y que me llevaran a algún tipo de consejería o terapia pero bueno, estamos hablando de mediados de los 80 o finales de los 80".

Por distintas razones y aunque ella no se consideraba una influencer, tal cual reseña el reportaje de Perfil, la Dra. Ruiz creció a pasos agigantados en Instagram: en cuestión de cinco meses, de enero del 2021 a mayo de ese mismo año, creció de dos mil a casi 30 mil seguidores. Al día de hoy, la cifra llegaba a 38 mil fans en la citada red social.

Como rostro visible en la comunidad LGTBI se involucró cuanto pudo en la defensa de otras minorías como personas con algún tipo de discapacidad o comunidades indígenas marginadas, como bien decía ella, su lucha iba dirigida a "todas aquellas personas que la sociedad tiende a alejar y excluir".

E insistía en la importancia del proceso de acompañamiento por parte de profesionales en casos como el suyo: "Se ha avanzado mucho pero aún urgen especialistas que no existen en este país a la fecha. El proceso mío propiamente se llevó a cabo en unos tres años. Pero hubo una preparación previa, familiar, social y psicológica, desde todo punto de vista, para tener una transición lo más sencilla posible, lo menos traumática, lo menos conflictiva y confrontativa de la sociedad".