Tras cinco días con España al vilo, presidente Sánchez decide quedarse en el cargo: “Necesitaba parar y reflexionar”

Después de cinco días con toda España al vilo, el presidente Pedro Sánchez anunció en la mañana de este lunes (madrugada en Costa Rica) que no renunciará el cargo. "Necesitaba parar y reflexionar", dijo el mandatario en el Palacio de la Moncloa, en Madrid, durante su esperada comparecencia tras haber cancelado toda su agenda el pasado miércoles para "reflexionar" si seguía o no al frente del Gobierno debido los ataques a su esposa, Begoña Gómez. 

A Gómez se le acusó por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en sus negocios por su vínculo empresarial con el Grupo Globalia, que obtuvo el aval del Gobierno español para rescatar a su aerolínea, Air Europa, con más de 600 millones de euros de fondos públicos. Sin embargo, la denuncia fue desestimada por la Fiscalía el pasado jueves al no haber "ningún indicio" de los delitos. Además, la organización sindical que interpuso la denuncia, Fundación Manos Limpias (conocida por sus nexos con la extrema derecha), admitió en un comunicado que las acusaciones podían estar basadas en "informaciones falsas". 

Sánchez dijo en su comparecencia que durante esos cinco días reflexionó sobre "si merecía la pena o no" seguir adelante si esto implicaba el "sufrimiento injusto de las personas que uno quiere y respeta" y señaló a quienes fueron tras su esposa de querer "destruir su dignidad". 

El presidente también reconoció que su carta del miércoles en la que anunció la posibilidad de renunciar "pudo desconcertar", pero que esta "no obedeció a ningún cálculo político", sino a un "sentimiento que en política no suele ser admisible".

Durante el periodo de reflexión de Sánchez, hubo una importante movilización de sus partidarios y los militantes del Partido Socialista Obrero Español para pedir a su líder que no renunciara. Asimismo, varias figuras de otros partidos de izquierda mostraron su apoyo al presidente del Gobierno y rechazaron los ataques a su esposa. 

Al otro extremo de la arena política, el conservador Partido Popular y la agrupación de extrema derecha Vox arremetieron contra Sánchez y se mostraron incrédulos ante la posibilidad de que renunciara. 

"Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos diez años sufriéndola. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella", expresó el mandatario, quien agradeció "de corazón" las "muestras de solidaridad y de empatía". 

"Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte. Se los garantizo. Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad", sentenció.  

Sánchez ha sido presidente de Gobierno desde 2019 y volvió a ser investido el pasado noviembre a pesar de que su partido no fuera el más votado en las elecciones de julio. La oposición le achaca sus alianzas con algunas de las agrupaciones independentistas de Cataluña y el País Vasco que le han permitido mantenerse en el poder.